Diente roto, ¿y ahora qué?

Imagina que un día estás comiendo tranquilamente una aceituna (teóricamente) sin hueso y, de repente, algo cruje entre tus dientes. O que estás jugando a futbol con los amigos y recibes un golpe, por ligero que sea. Los escenarios para acabar con un diente roto son innumerables, pero, afortunadamente, también las soluciones.

Existen muchos casos de dientes rotos o astillados, y cada uno de ellos requerirá un tratamiento diferente, dependiendo de la gravedad y magnitud de la fractura. Si nada más se te ha roto una pequeña parte del esmalte, seguramente podamos rehabilitarlo en una sola sesión, con una restauración a partir de composite. En cambio, si el traumatismo es más severo, hay varias opciones:

Incrustación: tomamos una impresión del resto de diente sano y fabricamos la parte del diente que se haya perdido para después cementarla sobre el resto sano que permanece en boca. Pueden fabricarse de resinas o porcelanas.

Corona: si la destrucción es demasiado grande para una incrustación, eliminaremos el resto y cubriremos la pieza con una corona. Las coronas son restauraciones individuales para un diente, también conocidas como fundas, ya que recubren el diente y lo reconstruyen en su totalidad. Si el diente conserva suficiente estructura sana para ser aprovechada, utilizaremos una incrustación, que es una restauración más conservadora que la corona.

Carillas: son la solución más estética para reparar un diente roto cuando la fractura afecta a un diente anterior por su parte externa (vestibular, la parte visible). Existen dos tipos de carillas: las de porcelana, que son finas láminas hechas a medida que cementaremos a tu diente, y las carillas de composite, que se elaboran a partir de una pasta de resina llamada composite que iremos modelando sobre tu diente hasta obtener la forma deseada. Las carillas son la mejor manera de recuperar la imagen de tu sonrisa.

Endodoncia: como ya hemos contado en diversas ocasiones, muchas veces, la endodoncia es el último recurso para salvar un diente. Si has sufrido un traumatismo severo que daña la pulpa, tendremos que realizar una endodoncia para e eliminar la pulpa (nervio) afectado y evitar dolores e infecciones. Sobre todo, si te duele el diente y lo notas especialmente sensible al calor o al frío, ven a vernos, ya que seguramente signifique que el nervio está dañado, lo que puede provocar la pérdida de la pieza. Mediante una endodoncia, extraeremos esta pulpa dañada, limpiaremos el canal de la raíz y lo sellaremos.

Implantes dentales: si el daño sufrido por el diente es tan grande que pone en peligro toda el diente, o si no podemos salvarla con una endodoncia, te recomendamos sustituir todo el diente por un implante dental. En Clínica Dental Luciano Badanelli trabajamos con las mejores técnicas en implantología, y en este caso te aconsejaríamos plantearte un tratamiento con implantes de carga inmediata o un implante post-extracción. De esta manera, volverás a casa con diente nuevo el mismo día.

Si se te fractura o astilla un diente, ven a vernos cuanto antes. De lo contrario, se puede producir una infección que puede llegar a provocar la pérdida de la pieza. En el caso de que no puedas venir a la consulta en ese momento, enjuágate con agua salada y, si la ruptura ha causado un borde cortante, cubre el diente con un poco de cera, parafina o chicle para evitar que corte la lengua, la parte interna del labio o la mejilla. Si sientes dolor, no dudes en tomar algún analgésico o antiinflamatorio, y no comas alimentos duros.

¿Se te ha roto un diente y no sabes qué hacer? Tranquilo: ponte en contacto con nosotros en el 915042002 o ven directamente a la clínica, en la calle Jesús Aprendiz, 6 – portal 2 – Bajo A de Madrid. Déjalo todo en nuestras manos: repararemos tu fractura dental lo antes posible.